El Marbella Film Festival se ha consolidado como un espacio para cineastas internacionales que buscan combinar creatividad, innovación y producción independiente. Este año, Media Movida entrevistó a tres proyectos muy distintos: Kétchup, una comedia de expatriados basada en una historia real; Beat Drop, el thriller de un abogado que decidió dar el salto al cine; y Cassandra Venice, ahora convertido en largometraje explora la narrativa híbrida con inteligencia artificial.

Kétchup: cultura, humor y experiencias personales
Kétchup adapta el libro memorial sobre la vida de expatriados en España. La historia sigue a un joven matrimonio británico que se muda a Tenerife y enfrenta malentendidos culturales y situaciones humorísticas mientras trata de abrir un restaurante sin experiencia previa.

Hablamos con Deanna Dewey y Joy Liddel, los responsables de Kétchup, una comedia basada en las memorias de Diana sobre su experiencia como expatriada en España. La película sigue a un joven matrimonio británico que se muda a Tenerife y se enfrenta a los típicos choques culturales y situaciones inesperadas de quienes intentan abrir un negocio sin experiencia previa.
Aunque el libro está ambientado en Tenerife, el rodaje tendrá lugar en Marbella, un lugar que ofrece paisajes similares y facilita la producción, permitiendo filmar en hoteles, barcos y propiedades privadas sin depender de complicados permisos municipales. La producción es independiente y de bajo presupuesto, por lo que los miembros del equipo asumen múltiples roles, manteniendo así una visión creativa muy cercana al espíritu original de la historia.
Entre los actores confirmados se encuentran Kevin McNally y Susan Dickinson, y se busca reflejar la diversidad de la comunidad de expatriados a través de personajes internacionales. Deanna destacó que el filme será ligero y centrado en los personajes, con humor que cualquiera que haya vivido un choque cultural podrá reconocer. Joe añadió que la colaboración entre ambos surgió de proyectos previos y de intereses creativos comunes, y que ya están planeando más producciones en España, explorando nuevas historias y escenarios.
Beat Drop: de la abogacía al cine
El segundo proyecto entrevistado, Beat Drop, cuenta la historia de Deaf, un joven abogado británico de origen indio cuya vida estructurada se ve alterada por un reencuentro con su primer amor adolescente, una DJ en Londres. La película combina romance, dilemas éticos y conflictos familiares, mostrando una serie de crisis que ponen a prueba a sus personajes.

Su creador, abogado durante casi 30 años, explica que la transición al cine surgió de su experiencia en la narrativa persuasiva: “En la abogacía aprendes a contar historias, estructurar la información y generar impacto. Todo eso es útil para el guion.” Actualmente, la película está en desarrollo y contará con un tráiler conceptual basado en IA. Además, el cineasta participa en otros proyectos independientes como productor ejecutivo e inversor.
Sobre Marbella, destaca su potencial: “Es como Hollywood, pero sin tráfico, sin smog, con buen clima y calidad de vida. Solo falta que la gente lo descubra”. También anima a quienes quieren entrar en el cine a aprovechar recursos online y contactos personales, y a no tener miedo de empezar desde cero.
Cassandra Venice: cine experimental con IA
Por último, Hugo Teugels, belga, presentó Cassandra Venice, un cortometraje que combina cine tradicional e inteligencia artificial. La historia sigue a una mujer envuelta en un misterio en Venecia, con la ciudad misma como personaje.

Hablamos con Hugo Teugels, cineasta belga detrás de Cassandra Venice, un cortometraje experimental que combina cine tradicional y tecnología de inteligencia artificial. La historia sigue a una mujer envuelta en un misterio en Venecia, con la ciudad actuando casi como un personaje más, y se inspira en la atmósfera de los festivales de cine, especialmente de la propia Venecia.
Hugo explicó que la idea surgió tras visitar la ciudad durante varios años y notar la sensación de vacío y silencio que quedaba después de los eventos de los festivales. Quiso capturar esa atmósfera y que la ciudad misma influyera en la narrativa. La protagonista se mueve entre situaciones inquietantes y momentos cotidianos, y Hugo incluyó un toque humano adicional con la presencia de una niña de 10 años que acompaña la acción, elemento que no estaba en la versión original del cortometraje.
El cortometraje fue lanzado en Venecia en septiembre de 2024, tiene una duración de 20 minutos y ha recibido varios premios internacionales. Hugo destacó las ventajas y limitaciones de la IA en cine: permite efectos que serían imposibles o muy costosos de realizar con CGI, como estatuas que se mueven o barcos sincronizados, pero todavía requiere dirección humana, planificación y revisión, ya que “la IA no tiene memoria ni contexto; solo hace lo que le pides en el momento”.
Además, Hugo planea seguir explorando esta combinación de cine real y generado por IA, buscando proyectos más largos o series que aprovechen esta colaboración entre creatividad humana y tecnología, siempre manteniendo el control narrativo y artístico.
Tres miradas, un festival
Kétchup, Beat Drop y Cassandra Venice muestran distintas formas de contar historias: desde la comedia de experiencias personales, pasando por un thriller ético, hasta la experimentación tecnológica. Lo que une a estos proyectos es la creatividad, el riesgo y la independencia, valores que el Marbella Film Festival promueve año tras año.
Marbella ofrece no solo escenarios atractivos y luz natural, sino también una comunidad emergente que respalda la producción independiente. Para cineastas y audiencias, el festival es un espacio donde se combinan talento, innovación y la posibilidad de que nuevas voces sean escuchadas.
Fotografías de Adrián Aguilar Jiménez @adridaroza
Entrevista realizada por Arturo Pérez López @adeadonis





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