Dreambeach 2025: El paraíso de la música que hizo vibrar El Toyo cierra un 11 edición inolvidable

El festival Dreambeach finaliza tras tres días electrizantes que han convertido la costa de El Toyo en el centro de la música electrónica mundial. Con escenarios increíbles, una producción impoluta y un cartel de auténtico lujo, esta edición ha servido para reafirmar su influencia en el panorama festivalero internacional.

Desde su arranque el jueves 7 de agosto, Dreambeach desplegó su impresionante producción, con un MainStage de 20 metros de altura, 600 m² de pantallas LED y un sistema de sonido de 500.000 vatios. Además sus efectos de fuego, láseres y proyectores envolvieron a miles de asistentes en una experiencia sensorial de otro planeta.

Tres días inolvidables marcados por el techno, grandes estrellas y la noche de Almería

Jueves, la grán apertura: El paraíso de la música fue abierto este año por Claudia Tejada, quien fue la encargada de activar los motores de miles de Dreamers que ya se encontraban por allí, además durante esta noche también pasaron por el festival grandes Dj como Steve Aoki, Pastis, Ben Klock o Indira Paganotto.

Viernes, la reunión del techno y hardstyle: Steve Angello hizo historia en el Mainstage con una actuación que recuperó muchos éxitos de Swedish House Mafia. Por otro lado, actuaciones como las de Showtek, el indispensable Brennan Heart o Sub Zero Project calentaron la noche por completo con su Hardstyle. En paralelo a esto, en el carpazo pudimos disfrutar de artistas como Amelie Lens, el regreso de Andrés Campos o Fantasm.

Sábado, un cierre de Hollywood: La noche más esperada de todas fue esta, Will Smith ofreció un show único en España, que solo podríamos ver en DreamBeach, con una puesta en escena inigualable. Nathy Peluso encendió el ambiente urbano mientras que Fatboy Slim, Don Diablo con su nueva figura, CTRL ALT DELETE, Brian Cross y Dj Nano completaron un Mainstage que solo estaba lleno de grandes estrellas. El Dream Tent cerró con la esperada actuación de Marco Carola, en una sesión de 2 horas que agotó las últimas energías que nos quedaban, y el Open Air remató la noche con sonidos únicos de artistas como Candy Cox y Space Laces.

Pese a todo lo bueno no todo fué perfecto. El primer problema llegó incluso antes de que los asistentes pisaran el recinto: la cancelación de Subtronics, una de las actuaciones de bass music más esperadas y que despertaba gran expectación entre la comunidad underground.

A esta baja se sumó la caída de Nicky Romero, otro de los nombres destacados del cartel, y la desaparición del prometido escenario 360º, que se había anunciado como la gran innovación visual y sonora de la edición.

Estos fueron tres golpes terribles que azotaron a la organización, y que esta intentó gestionar cerrando por completo los comentarios en redes sociales. Sin embargo, esta decisión resultó incomprensible para muchos fans, y el silencio digital no hizo más que alimentar la frustración que se vió expresada en las publicaciones compartidas entre artistas y el festival.

A pesar de estos fallos, la undécima edición de Dreambeach volvió a dejar huella en Almería y consolidó su posición como uno de los festivales de música electrónica más importantes de Europa. Con actuaciones memorables, una producción visual colosal y un ambiente vibrante que reunió a decenas de miles de personas, el festival demostró que su esencia sigue intacta: ser un paraíso musical en el Mediterráneo.

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