El prestigioso comandante y abogado refleja en su ópera prima un viaje a la niñez gallega

José Aneiros Castro, con 79 años, publica su primer libro “Pepiño, relato de una infancia en Meirás” que narra como era la infancia en las “aldeas olvidadas” de Galicia en la época del franquismo. Aunque no es una novela autobiográfica, José Aneiros Castro revela de alguna forma que él es Pepiño y cuenta en tercera persona cada detalle de su difícil y a la vez impresionante niñez.
El libro, publicado por la editorial ImagenTa, consta de 10 capítulos y unas 130 páginas aproximadamente que incitarán sin duda al lector a sumergirse en esta obra de lleno. Pepiño en el primer capítulo comienza relatando como era el entorno sociocultural y económico en la aldea de Meirás, argumentando que en su mayor totalidad se vivía de las actividades agrícolas.
José Aneiros define la situación argumentando que en la aldea “se quería más a una vaca que a una persona” y esto aunque sea difícil de asimilar es completamente cierto. Los animales eran la fuente de ingreso de las casas y sin ellos no podían vivir de ninguna manera. Estos animales convivían con los humanos y su autoabastecimiento era imprescindible para el bien de la familia.
El nacimiento de Pepiño en el año 1946 marcó un antes y un después en su familia, ya que en cuestión de meses su padre fallecería y su madre no podría hacerse cargo de él. El pequeño fue criado por sus abuelos y sus tíos (todos solteros), en una gran casa, a unas calles de la vivienda de su madre, la cuál tenía que mantener sola a sus otros dos pequeños.
La figura del párroco en la aldea era de lo más imprescindible para sus habitantes ya que todo lo que determinaba el párroco debía ser cumplido para alcanzar el ansiado reino de los cielos. Todo esto cambió cuando Pepiño con tan solo unos meses enfermó, y el párroco determinó que el señor lo había mandado a su encuentro y que por lo tanto el bebé debía morir.
Por primera vez en años, una aldeana no hizo caso al párroco y se tomó la justicia por su mano, esta fue Mercedes, la madrina de Pepiño. Mercedes con el pequeño en brazos se dirigió un día entero por los caminos gallegos hasta encontrar un médico, el cuál curó al bebé con una inyección para vacas.
Sin ninguna duda, este pequeño avance de la obra anima a leerla completa y detenidamente ya que no dejará a nadie indiferente y ayudará a entender y a admirar como personas con mínimos recursos pudieron convertirse en grandes referentes como lo es sin duda el autor de la obra: José Aneiros Castro.






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