«Sugar Island» la ganadora de la biznaga de plata a mejor dirección de foto en el Festival de Málaga

“Las cañas de azúcar esconden historias que solo los ojos atentos pueden descifrar»

Puntuación: 4 de 5.

Un largometraje escrito y dirigido por Johanné Gómez Terrero, con actuaciones destacadas de Yelidá Díaz, Juan María Almonte, Ruth Emeterio, Génesis Piñeyro, Diógenes Media, Xiomara Rodríguez, Isabel Spencer y Francis Cruz. Esta coproducción entre Tinglado Film y Guasábara Cine, distribuida por Pleamar y con ventas internacionales a cargo de Patra Spanou, fue estrenada en 2024 y tiene una duración de 90 minutos. Además, la película fue presentada en la sección oficial a concurso del prestigioso Festival de Málaga, consolidando su relevancia en el panorama cinematográfico internacional

La película se desarrolla en un contexto histórico marcado por las complejas relaciones entre Haití y la República Dominicana, especialmente en torno a la independencia dominicana de 1844. Aunque este trasfondo no se aborda de manera explícita, su influencia es crucial para comprender la riqueza simbólica y narrativa de la historia de Makenya. Sin este contexto, para algunos espectadores puede resultar difícil captar el verdadero mensaje.

Johanné Gómez Terrero nos adentra en el mundo de Makenya, una adolescente de un batey que enfrenta un embarazo no deseado en medio de las luchas de su comunidad contra la amenaza del desplazamiento. A través de una narrativa en espiral, inspirada en cosmovisiones indígenas y afrocaribeñas, la película conecta pasado, presente y futuro, enmarcando su historia como un testimonio de resistencia colectiva y memoria histórica. En este recorrido, Makenya encuentra en una serpiente, símbolo ancestral y espiritual, una guía inesperada para descubrir su propio poder interior y su conexión con un mundo más allá de lo tangible.

La narrativa no solo aborda cuestiones individuales, sino que también plantea una crítica social profunda. Explora temas como el trauma colonial, la mecanización de la industria azucarera y las luchas por los derechos de los trabajadores en los bateyes, también temas como la maternidad y el aborto. Además, la obra desafía los estereotipos que históricamente han marcado los cuerpos negros, reivindicando su belleza y resistencia desde una perspectiva de dignidad.

En el ámbito visual, la dirección de fotografía de Alván Prado no es solo un complemento de la narrativa, sino un componente esencial de su estructura. Utilizando una paleta de colores vibrante y contrastes lumínicos, las imágenes se transforman en evocaciones oníricas que dialogan con la realidad. La puesta en escena mezcla elementos de documental, ficción y performance, creando una estética híbrida que amplifica el impacto sensorial y político de la película.

La simbología también juega un papel central. La serpiente como elemento recurrente no es simplemente una guía para la protagonista, sino un vínculo con lo ancestral y lo espiritual, conectando al espectador con la cosmovisión afrocaribeña. La espiritualidad y la naturaleza se entrelazan en un discurso visual que refuerza el viaje interno de Makenya, mientras que los Misterios Espirituales de su madre y la lucha incansable de su abuelo encapsulan las raíces profundas de una comunidad en resistencia.

La banda sonora se funde magistralmente con el entorno, subrayando la dimensión ritualista de la historia sin recurrir a subrayados evidentes. Por su parte, el montaje pausado y preciso de Raúl Barreras permite que cada imagen y cada silencio respire, dándole al espectador la libertad de interpretar y reconstruir la historia desde su propio entendimiento.

No se conforma con contar una historia; la susurra a través de símbolos, imágenes y sensaciones. Johanné Gómez Terrero trasciende las convenciones del relato tradicional para sumergirnos en una experiencia cinematográfica que es tanto sensorial como espiritual. Con esta obra, no sólo reafirma su compromiso con la memoria y la identidad afrocaribeña, sino que nos invita a reflexionar sobre las luchas colectivas y personales que moldean nuestras historias.

«Sugar Island» es una película que no solo se ve, sino que se siente y se vive.

Entrevista con Yelidá Diaz, actriz protagonista, en nuestro canal de Youtube:

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