Ya el junio del año pasado se nos anunciaba que Celia Rico Clavellino rodaba en Valencia su nueva película, basada en la novela homónima de Rafael Chirbes. Ahora en Málaga se presenta el resultado de su trabajo.

El largometraje español La Buena Letra es la más reciente película dirigida por la cineasta Celia Rico Clavellino, una realizadora que ha demostrado un talento excepcional para plasmar en la pantalla historias de gran sensibilidad y profundidad emocional. La película cuenta con un elenco de actores de primer nivel, entre los que destacan Loreto Mauleón, Enric Auquer, Ana Rujas, Roger Casamajor, Teresa Lozano y Sofía Puerta. Cada uno de ellos aporta una interpretación memorable, contribuyendo a la atmósfera contenida e íntima que define la película.

La producción de esta obra cinematográfica ha estado en manos de María Zamora y la propia Celia Rico, lo que convierte a La Buena Letra en una coproducción entre dos destacadas productoras del panorama audiovisual español: Avalon P.C. y Jaibo Films. Gracias a este respaldo, la película ha logrado materializarse en un largometraje de 112 minutos en el que la directora construye un relato minucioso, lleno de matices y silencios que hablan tanto como las palabras.

«La buena letra es un homenaje silencioso a las mujeres que, en tiempos oscuros, sostuvieron la vida con las manos y el alma, dejando que sus sueños quedaran en el olvido.»
Karolina Navarro

Celia Rico Clavellino con esta obra crea un relato íntimo y contenido que se introduce en las vidas silenciosas de una familia en un pueblo valenciano tras la Guerra Civil Española. La historia gira en torno a Ana, que trata de salir adelante con su familia. Se han abierto heridas profundas en todos a base de la situación del país, sobre todo en Antonio, el cuñado de Ana. Ella intentará atender y curar esa herida con guisos, secretos y silencios, pero cuando Isabel, recién casada con Antonio, llega a la familia, se desatarán tensiones pues las atenciones y cuidados de Ana valdrán de poco o nada: el sacrificio no siempre tiene su recompensa.