Zahara y la introspección electrónica en Lento Ternura

Zahara y la introspección electrónica en Lento TernuraEl nuevo álbum de la artista jienense plantea preguntas existenciales entre sintetizadores y ausencia de guitarras

Zahara vuelve a sorprender con Lento Ternura, un álbum que ahonda en las preguntas fundamentales del ser humano a través de una producción totalmente electrónica. Alejándose de la crudeza de PUTA, este nuevo trabajo representa un punto de inflexión en su carrera. Con una mezcla de indie pop y atmósferas de rave, Zahara nos sumerge en un viaje introspectivo donde la ausencia de guitarras marca una evolución sonora significativa.

Portada de «Lento Ternura», el nuevo álbum

La evolución de Zahara: de PUTA a Lento Ternura

El lanzamiento de PUTA en 2021 supuso un antes y un después en la trayectoria de Zahara. Su capacidad para plasmar experiencias personales de violencia y trauma a través de la música fue alabada por la crítica y el público. Sin embargo, Lento Ternura es otra historia. En este disco, la artista ha optado por mirar hacia el presente y el futuro, dejando atrás el dolor del pasado para centrarse en la exploración de su identidad en el aquí y ahora.

Este álbum se compone de once canciones que abordan temáticas como la soledad, el paso del tiempo, la amistad y el amor en todas sus facetas. En sus propias palabras, Zahara explica que quería apartarse de la narración de su trauma para preguntarse qué significa la vida y qué papel juega en ella.

Un sonido sin guitarras: la revolución musical de Zahara

Uno de los aspectos más llamativos de Lento Ternura es la decisión de Zahara de prescindir completamente de las guitarras. Acostumbrada a utilizar este instrumento como base en sus composiciones, en esta ocasión se ha aventurado en un terreno desconocido para ella: la electrónica en su máxima expresión. Según ha explicado en entrevistas, esto le ha permitido experimentar y encontrar nuevos métodos de composición más desafiantes y estimulantes.

A lo largo del disco, se pueden encontrar referencias a artistas de la escena electrónica y pop experimental. La influencia de Arca, FKA Twigs y Björk se percibe en la producción, mientras que la sensibilidad lírica sigue siendo inconfundiblemente suya.

Desglose de las canciones

Formentera: El existencialismo en la pista de baile

El álbum arranca con Formentera, una canción que nos sitúa en la esencia de Lento Ternura. La letra es una reflexión sobre la fugacidad de la vida y la falsa sensación de control que tenemos sobre el tiempo. En ella, Zahara contrapone la juventud despreocupada con la incertidumbre de la madurez: «Pienso en mis 38 como algo que poseo, como si fuera dueña de ellos».

Yo solo quería escribir una canción de amor: Un rechazo a la ciudad

Este tema se convierte en una declaración de intenciones. Con un tono casi apocalíptico, Zahara canta «Que se muera Madrid, que arda en el infierno», reflejando un sentimiento de agotamiento con el ritmo frenético de la ciudad y una preferencia por la paz y el aislamiento del campo.

Nuestro amor: Un amor pleno y cotidiano

En Nuestro amor, Zahara ofrece una de las canciones más optimistas del disco. Aquí, el amor es un refugio, un espacio seguro donde todo encaja. La canción huye de los clichés románticos y presenta el amor como algo vivo, que se construye y se reafirma cada día.

Quién dijo: Desmontando el amor posesivo

Este tema aborda la cara menos amable del amor. «Parecía tan bonito cuando me necesitabas, aunque era menos sano», canta Zahara, reconociendo que el apego y la dependencia pueden confundirse con el amor verdadero.

CTRL+Z: La nostalgia y el deseo de deshacer el pasado

La canción juega con la idea de la función deshacer, tan presente en el mundo digital, y la imposibilidad de aplicarla a la vida real. Zahara se pregunta cómo llegó a su presente y qué precio ha pagado por ello.

¿Era esto la vida?: El eje central del álbum

En el centro del disco encontramos ¿Era esto la vida?, una de las canciones más introspectivas de Lento Ternura. Aquí, Zahara lanza preguntas sin respuesta sobre el significado de la existencia: «Quizá la vida es tan solo querer quererlo todo y temer tenerlo».

La violencia: La identidad fragmentada

Este tema recuerda a SANSA y RAMONA de su anterior álbum, pero con una perspectiva más reflexiva que catártica. Zahara analiza cómo las experiencias violentas moldean la percepción de una persona y cómo, a veces, la identidad propia queda diluida en la mirada de los demás.

Demasiadas canciones: Un dardo a la industria musical

Con una base electrónica opresiva, Zahara critica la sobreproducción musical, la superficialidad de la industria y la falta de diversidad. Con frases como «Demasiadas pocas mujeres tocando en festivales» y «Demasiado privilegiado quejándose todo el rato», la artista deja clara su postura.

Tus michis: La amistad en forma de canción

En este tema, los gatos se convierten en una metáfora de la amistad. La canción celebra los vínculos inquebrantables y el apoyo mutuo entre personas cercanas.

La ternura: La redención

Como contrapunto a La violenciaLa ternura cierra el ciclo de dolor con una palabra repetida casi como un mantra. Zahara nos recuerda que, pese a todo, la ternura sigue siendo un refugio.

Soy de un pueblo pequeño: Volver a las raíces

Para cerrar el álbum, Zahara se reconcilia con sus orígenes. La canción es un homenaje a su familia y a su identidad, reafirmando que, por más que haya cambiado, sigue siendo la misma persona de siempre.

Conclusión

Lento Ternura es un álbum que muestra a una Zahara en constante evolución, dispuesta a arriesgarse y a explorar nuevos terrenos sonoros y líricos. Más allá de la experimentación electrónica, el disco destaca por sus letras introspectivas y su capacidad para hacer preguntas universales sin necesidad de respuestas definitivas. Con este trabajo, Zahara confirma que sigue siendo una de las artistas más innovadoras y valientes del panorama musical español.

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